El cuidar nuestros pensamientos es una de las responsabilidades más importantes que tenemos como hijos de Dios.
Discernir si los pensamientos que hemos recibido vienen de la mente de Cristo o de la mente carnal, es lo que decide la calidad de vida que estaremos viviendo, y las desiciones que estaremos tomando.
Nuestra falta de intención en vigilar nuestros pensamientos es la misión en la que satanás se concentra para matar, robar y destruir. Su meta es mantener al creyente controlado por medio de una mente no transformada que constantemente está produciendo pensamientos de temor, duda, incredulidad, ansiedad, de estrés y un sin fin de preguntas y cuestiones, las cuales no puede resolver.
Cuando el enemigo toma control de tus pensamientos, puede influenciar tu manera de vivir y de creer. Tu manera de pensar y de creer moldean tus actitudes y la manera en que te enfrentas a la vida diaria.
Como miras e interactúas con todo lo que compone tu vida, y cómo te relacionas con las personas en tu esfera de influencia, tiene que ver 100% con la manera que cuidas y escoges tus pensamientos.
Mira el consejo que el Espíritu Santo nos da en Filipenses 4:8;
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
En tiempos oscuros y difíciles en tu vida, decide pensar en las promesas y la Palabra que Dios te ha revelado.
Junta la información natural que ya tienes acerca de cualquier situación, y analízala con los pensamientos de Dios, y las desiciones que harás, serán las correctas.
Julio E. Hernández ~
Comments